El proceso de rectificado es complejo, exige precisión para alcanzar la calidad deseada y disminuir el tiempo de fabricación. Muchos factores intervienen en este proceso y variaciones no deseadas pueden ocasionar problemas que generan retrasos o arrojan resultados por debajo de lo esperado.
Son muchos los problemas que pueden surgir durante el proceso de rectificado. Cualquiera de estos compromete la calidad de las piezas y pueden ocasionar diversas situaciones no deseadas. Es imprescindible detectarlos y corregirlos rápidamente. A continuación, enlistamos los problemas más frecuentes y las posibles soluciones.
Las piezas tienen un acabado diferente al deseado, con rayaduras o marcas visibles. Esto puede ser ocasionado por imperfecciones en la muela abrasiva, ya sea que el desgaste de los granos no sea parejo en toda la superficie o que el grano sea muy grueso.
El primer caso puedes resolverlo diamantando o aderezando -como también se le denomina a este proceso de destapar la rueda abrasiva y remover el acero que pudiera tener incrustada la rueda abrasiva-, variando la velocidad de paso del diamante o la profundidad. Recuerda que para acabados más finos se recomienda una velocidad de paso menor, y una menor profundidad de aderezado sobre la pieza.
Si el problema persiste, depura el refrigerante, ya que puede contener impurezas que intervienen el proceso.
También es posible que exista una mala elección del abrasivo, por lo que debes revisar las características de la muela y asegurarte de que sea la adecuada para la tarea.
Este problema es uno de los más comunes en el proceso de rectificado. Puede ser ocasionado por el mal manejo de la maquinaria, mayor velocidad a la necesaria o una muela demasiado dura. Todos estos motivos elevan la temperatura de la pieza hasta provocar quemaduras superficiales.
Para evitar obtener piezas quemadas durante el rectificado, cambia la muela por una más blanda para generar menos fricción. También es probable que no utilices suficiente refrigerante, por lo que debes aumentar la cantidad y dirigir el chorro justo en el punto de contacto entre la rueda y la pieza.
La aplicación de fuerza siempre genera cambios en la pieza sin importar el material del que esté hecha. Sin embargo, cuando estos cambios se reflejan considerablemente en las dimensiones físicas de la pieza al grado de volverla no apta para la tarea a la que está destinada, debes realizar ajustes en el rectificado.
Las deformaciones de la pieza se pueden deber a desajustes en la maquinaria. Pueden solucionarse cambiando algunos parámetros como los ángulos de trabajo, alturas a las que se encuentre la pieza contra la rueda abrasiva, o revisando si la rueda se encuentra sumamente embotada del material de la pieza sobre la cual se está trabajando.
Las vibraciones aceleran el desgaste del abrasivo y ocasionan un mal acabado de la pieza. Este problema suele ser causado por desajustes en la maquinaria o una muela inadecuada para el trabajo.
El ajuste en los ejes de la máquina y un mantenimiento correcto de las piezas que permiten su rotación como baleros y la flecha,, son un buen punto de inicio para solucionar las vibraciones en las piezas. Si el problema viene de la muela, utiliza una más blanda, ya que una dureza excesiva ocasiona demasiada fricción. Otro punto importante a revisar es que el centro de la rueda entre bien en la flecha de la máquina y asegurar que no esté holgado.
Una muela se tapa cuando las virutas de la pieza que se trabaja tapa todos los poros de la muela, lo que evita que los granos puedan penetrar en el material. Esto puede ocasionar vibraciones, o elevar demasiado la temperatura.
Las virutas alojadas en los poros no pueden retirarse con facilidad, por lo que es necesario diamantar la muela en periodos más cortos y/o más profundos para garantizar la calidad del rectificado y evitar los problemas ya mencionados.
Algo común cuando se presenta esta situación es que la rueda sea demasiado dura para el material que está rectificando, o que la velocidad de trabajo sea demasiado alta.
Ahora, es importante que tengas alternativas para mejorar el acabado en el rectificado. Te decimos cómo:
Recibir asesoría de tu proveedor de abrasivos ayuda a mejorar los procesos de fabricación. Las sugerencias para elegir el material más adecuado o consejos para realizar los trabajos de forma correcta permitirán optimizar las tareas de rectificado y eliminar fallos en la fabricación.
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